viernes, mayo 18, 2007

"UN PELO DE TONTO" (...sección cabreos sordos)


...y sin más aviso a navegantes que el presente post va a ser todo un alegato contra el gremio de peluqueros en general (con la que sostenía las tijeras la semana pasada en particular) así que, si tienes una prima peluquera en Móstoles, para que te vas a llevar un disgusto... si es que no hay necesidad.. deja de leer aquí y espérate a que escriba un alegato contra los carniceros o... los domadores de focas o algo más acorde con tu parentela en Mostoles....no se.


No tengo yo nada en contra de las peluquerías, al contrario diré a su favor que siempre me han parecido centro neurálgico de la sabiduría popular y que en ellas he aprendido los grandes principios rectores de mi vida...del tipo:
  • Lo que es, es.
  • Tendrá que se asín
  • Anda que esta la cabra por dar leche
  • Arrebaña arrebaña que son castañas
  • Aonde vas sin un cacho
  • A bicho que no conozcas no le pises la cola
  • Y por supuesto el universal: "Este Marichalar nos ha salido rarito."
Que esta última la disparas en cualquier peluquería en el momento justo y adquieres inmediatamente un estatus superior que te tratan de otra forma descuento en el tinte incluido.

Pero con los peluqueros siempre he tenido mis reticencias, por dos cuestiones fundamentales (aparte del sinsentido de enseñarme acabada la faena un espejito para que me vea el pelo por detrás...deja el espejo tranquilo carajo...que la cosa no tiene ya remedio. ¿Si no me gusta el resultado me lo vuelves a pegar con celofan?). En primer lugar porque me horroriza sobremanera tener que darle conversación al susodicho mientras hace su trabajo y en segundo lugar porque a mi el pelo muy corto me sienta como un tiro, un problema de incompatibilidad con mis rasgos faciales, (que bonita forma de anunciar que tengo las orejas grandes) y parece que no acaben de entender el concepto -córtamelo solo un poco- ...que no lo veo yo tan complejo el asunto, que ahora ya no son peluqueros que son técnicos estilistas...no debería ser tan difícil.

El caso es que mi pelu...estilista titular que era una joya que hablaba poco y me cortaba menos, me ha abandonado a mi suerte y he tenido que buscarme una suplencia.


Y...la verdad la mujer, aparte de no intentar darme conversación, cosa que se agradece, al principio pareció entenderlo -arréglamelo, un poquito no más, un dedo- porque me lo dejo algo largo por detrás y respetó las patillas... la cosa prometía.

Debio de ser el alegre canto del jilguerillo tordo o las cosquillas de las tijeras en la oreja...el caso es que me sentía yo más sociable que de costumbre (que no suele ser mucho) y movido por un impulso casi inconsciente me escuche decir -hace calor hoy- ... craso error, es lo último que dije.

Todavía no acierto muy bien a explicarme como en unos pocos segundos sin solución de continuidad la peluquera paso de hablar del clima de la costa andaluza a contarme con todo lujo de detalles la rectoscopia que le habían practicado la semana anterior..que si la pusieron así... que si la pusieron asa, con unos guantes de latex primero hurgamos por aquí... luego el tubo para dentro por alla... yo me vine a menos, contraido en la silla, sin acabar de creérmelo y se ve que la muchacha se emociono con el recuerdo de lo acontecido porque ahora tengo melenita por detrás, patillas por los lados, por arriba el pelo rapado al uno y por dentro un cabreo del doce.

P.D. : Tendrá que se asín.

martes, mayo 08, 2007