lunes, mayo 26, 2008

LA HIPOCONDRITIS : Aguda, hipocondritis aguda o inflamación repentina de mi hipocondria de origen multifactorial: Incubación de la gripe, visita al odontólogo, las piedras del riñón de mi vecina (no dudará en contártelo en el ascensor, esta muy orgullosa, creo que en lugar de piedras arriñona cristales de swarovski), mi primera endoscopia, medio capitulo de House (si veo uno entero me mareo) y un nuevo análisis de sangre, segundo en este mes. Y claro soy fóbico a la sangre.

LOS ANÁLISIS : Fóbico a la sangre, principalmente a la mía, no me acostumbro a encontrármela fuera de mi cuerpo, siendo esta la única faceta en la que me declaro abierta y escrupulosamente amante del orden. Aparte y calculando por el recipiente, que no debo contener mas de litro y medio de sangre, no creo que pueda andar distribuyéndola generosamente por los laboratorios gaditanos.


Primer análisis y un asterisco indocumentado me devuelve al gimnasio (ese microsistema fascinante habitado por criaturas extraordinarias y depiladas que se comunican mediante curiosos sonidos guturales que bien puediera hac
erlos parecer algo simples a primera vista, pero en seguida descubres que son idiotas.). Luego viene un mire doctor yo no puedo tener colesterol porque es que no me cabe, seguido de una larga ristra de consejos dietéticos.

En el segundo análisis el asterisco atiende a la lógica, desplazándose y señalando ahora (por exceso) a linfocitos y monocitos, provocando un ¿estos no eran los buenos en érase una vez el cuerpo humano?. Y si, pero no, que los buenos movilicen a los reservistas, por lo visto no augura nada bueno, no sabe uno como acertar.

LA ENDOSCOPIA : Panendoscopia alta, que siendo exactamente lo mismo, da otro empaque a mi currículum médico, es como una gastroscopia, pero para los que tenemos estudios. Lo primero que percibe uno, es que la famosa "goma" no es tal, se trata más bien de un cablazo del quince, después arcadas, ojos llorosos, vómitos, espasmos y creo que al final del proceso pronuncié algunas palabras en
arameo antiguo. Como aspecto positivo de la experiencia el descubrimiento de mi esófago, que esta mal que yo lo diga, pero es de concurso, es lo más bonito que tengo, junto con mis pies, que son ciertamente eróticos, pero eso es otra historía.




Aquí los doctores, comunicándome los resultados de la endoscopia nada más finalizar la prueba.








En próximos capítulos:

  • Los rayos X : El viaje interior hacia el tránsito intestinal
  • La rectoscopia : Colonización de territorios vírgenes

P.D: Tengo una sucesión de intentos frustrados. Es justo reconocer que esto no es un blog. Así las cosas y por simplificarnos la vida he añadido al final de la sidebar ( o "la columna de la derecha" para aquellos que gustan de llamar panceta al bacon) una aplicación desde la que escribiendo tu email (y siempre que yo haya apretado los botones correctos, porque en esa pagina eran todos bretones y además estaba comiendo cereales con miel, de esos que se pegan a los dedos dificultando el proceso...) te llegará un aviso al correo cada vez que actualice mi intento.(si no te aparece la aplicación es porque estas usando el navegador explorer, que falla más que una escopeta de feria y en ocasiones no aparecen todos los elementos del blog, tienes que actualizarlo hasta que se muestre.. Viva el navegador Mozilla Firefox, y viva Puccini... que esto último no viene al caso, pero tengo el día tonto y ando descontextualizando)